Las revolving son un tipo de tarjetas de crédito con el siguiente funcionamiento: te permiten disponer de crédito con un límite establecido que puedes devolver a plazos, mediante cómodas cuotas mensuales. Estas cuotas son su principal atractivo, ya que pueden ser importes fijos e iguales todos los meses, independientemente de lo que hayas gastado.
También existe la posibilidad de pagar la deuda abonando cada mes un porcentaje determinado de la deuda existente. En cualquier caso, con una sola cuota nunca se paga la deuda en su totalidad, lo que hace que se incremente el capital pendiente para el mes siguiente.
¿Por qué son diferentes las tarjetas revolving?
Lo que distingue a las tarjetas revolving de las tarjetas de crédito convencionales es que en ellas la deuda se renueva mes a mes. Como nunca termina de saldarse, el capital pendiente se actualiza al final del mes, restándose el importe de la cuota pero sumándose las cantidades que se hayan gastado en ese tiempo (además de las comisiones y otros gastos, que también se van acumulando).
Esta modalidad de pago revolving es al principio muy atractiva para las personas que necesitan liquidez de manera rápida, pero a largo plazo se puede convertir en una auténtica trampa financiera.
Las consecuencias de pagar siempre con cuotas bajas una tarjeta revolving
La mayoría de entidades permiten al cliente establecer el importe de su cuota mensual, y la mayoría eligen pagar cantidades realmente bajas sin tener en cuenta que periódicamente hay que abonar unos elevadísimos intereses, aparte de devolver el dinero prestado. Es entonces cuando el efecto bola de nieve está prácticamente asegurado, dando lugar a una deuda que se eterniza.
A través del simulador del Banco de España, es posible saber cuánto tiempo vas a tardar en saldar la deuda con una determinada cuota. En el mejor de los casos, es probable que tardes una década en pagar el crédito (o incluso más). Sin embargo, en los casos más desafortunados la deuda se convertirá en indefinida y se incrementará conforme pase el tiempo, algo sobre lo que también alertan desde el propio simulador.
Para evitar que esto te suceda, es importante que te informes muy bien antes de firmar. Tanto la modalidad de pago como el funcionamiento en general de la tarjeta debe ser comprensible para ti y servirte para averiguar si una tarjeta revolving es lo que necesitas.
Si tienes dudas, pídele explicaciones a tu banco
Todas las entidades bancarias tienen la obligación de ser claras y transparentes con sus clientes. Por eso, no dudes en pedir que te expliquen detalladamente la forma en que se calculan las cuotas, las obligaciones que vas a asumir y los efectos en caso de producirse un impago.
Además, recuerda que si has elegido una cuota baja y el plazo de devolución se prevé que sea largo, deben darte información mensual o trimestral sobre los siguientes aspectos:
- El plazo de amortización previsto en ese momento.
- Escenarios que sirvan para ejemplificar el ahorro que supondría incrementar la cuota mensual.
- Cuál es el importe mensual que te permitiría terminar de pagar la deuda en un año.
Desde Sello Legal Abogados te animamos a exigir toda esta información y aquellos datos que necesites a tu banco. Ellos están obligados a informarte con diligencia y transparencia.