En Sello Legal somos muy claros con respecto a la contratación de tarjetas revolving: deben ser el último recurso al que acudir, debido a sus todavía elevados intereses y a los riesgos que siguen entrañando.
Sin embargo, si ya conoces estos riesgos y aun así consideras que en tu caso es buena idea recurrir a un crédito revolving, antes te pedimos que leas estas recomendaciones. Son consejos que te ayudarán a tomar la decisión de forma más segura e informada.
Recuerda que las tarjetas revolving no son aptas para todos los gastos
El primer consejo que tenemos que darte tiene que ver con los gastos que tienes pensado afrontar mediante tu tarjeta revolving. Y es que, para evitar un sobreendeudamiento innecesario y muy perjudicial, lo mejor es que se trate de pequeños gastos. De hecho, lo ideal es que nunca superen el importe de la cuota mensual de la tarjeta. De lo contrario, podrías iniciar una espiral de deuda que muy probablemente no dejará de crecer mes tras mes por culpa de los intereses.
En pocas palabras, usa tu tarjeta revolving en ocasiones puntuales y para pequeñas compras. Para el resto de situaciones, te invitamos a explorar otras formas de financiación que tienes igualmente a tu alcance, como los préstamos personales.
Analiza bien las condiciones y exige la máxima información posible
Por mucho que confíes en tu banco o en la empresa que te ofrece la tarjeta, invierte tiempo en leer y comprender bien todas las condiciones del contrato revolving. Si lo necesitas, busca ayuda especializada y recuerda que la entidad tiene la obligación de ser transparente contigo y proporcionarte toda la información.
En la actualidad, y precisamente por los peligros asociados a este tipo de tarjetas de crédito, las empresas que las venden tienen que cumplir una serie de obligaciones, entre las que destacan las siguientes:
- Proporcionar de forma clara y detallada todos los gastos que se incluyen en la cuota de la tarjeta revolving.
- Aportar inicialmente y de forma periódica, mientras dure el contrato, información sobre la amortización y el plazo previsto para la liquidación de la deuda.
- Incluir, además del cuadro de amortización, ejemplos de posibles escenarios relacionados con el caso particular del cliente y sus condiciones particulares.
- Ser lo más exactos y exhaustivos posible en cuanto al tiempo que al cliente, con unas determinadas condiciones acordadas, le costará saldar la deuda.
Tener toda esta información de antemano te permitirá reflexionar con todos los datos y escenarios encima de la mesa. Y quizá te sirva para no tomar una decisión de la que es muy probable que te arrepientas en el futuro.
Elige plazos cortos de amortización
Finalmente, y aunque pueda ser tentador pagar cuotas más bajas cada mes, opta por lo contrario: escoge plazos de amortización cortos para minimizar al máximo la cantidad de intereses que tendrás que pagar. De este modo, el importe final que deberás al banco será menor y no se acumulará tan fácilmente mes a mes.
Y por supuesto, cuenta con el asesoramiento experto de Sello Legal si, una vez contratada tu tarjeta revolving, crees que se vulnera alguno de tus derechos y quieres reclamar.