La tarjeta revolving se ha convertido en una de las fuentes de problemas económicos más comunes en los últimos tiempos. Como despacho especializado en el derecho de los consumidores, vemos constantemente que, al contratar una de estas tarjetas de crédito, los clientes son engañados cuando no estafados. ¿Cómo? Pues a través de una publicidad engañosa que oculta información y que ha llevado en muchos casos a la necesidad de denunciar.
Si este es tu caso, podemos ayudarte.
Cómo se publicitan las tarjetas revolving
El principal problemas de las tarjetas revolving se encuentra en los formatos publicitarios que tienen las empresas o entidades financieras. Si eres un usuario no experto en materia bancaria puedes picar fácilmente en los anzuelos que se lanzan desde el sector.
Tasas mensuales para devolver una deuda cualquiera, información relevante que ni siquiera aparece en los contratos firmados para obtener la tarjeta e incluso ausencia absoluta de estos documentos que son obligatorios desde cualquier punto de vista.
Hay una práctica en la publicidad de estas tarjetas que llama aún más la atención: son muchas las empresas que las ofrecen equiparándolas con las tarjetas de puntos de los supermercados.
Este es el trabajo de los comerciales que todos hemos podido encontrarnos en la calle alguna vez. No es cuestión de demonizar a estos trabajadores, ya que sólo cumplen con el trabajo encomendado a través de la formación recibida.
Es el mismo sistema que existe para contratar las tarjetas revolving el que resulta peligroso para el consumidor, tanto, que sólo puede apoyarse en la publicidad fraudulenta para alcanzar su objetivo de venta.
Publicidad engañosa
Como hemos venido apuntando, la publicidad engañosa es la base sobre la que se ofrecen estas tarjetas. Esta práctica está prohibida y perseguida, aunque es complicado demostrarla cuando se lleva a cabo por comerciales que interactúan personalmente con los clientes.
Pero ¿en qué mienten los vendedores de estas tarjetas?
Sin ir más lejos, en los tipos de interés. Recuerda que la revolving es una tarjeta que funciona como una línea de crédito con dinero que no existe realmente y que tendrás que devolver tras haberlo consumido.
Este tipo de líneas de créditos están regulados y deben tener tipos de interés que se muevan en una horquilla del 7 al 11 % según el propio Banco de España. Pues bien, no es difícil encontrar tarjetas como estas con tipos que superen con creces el 20 %.
Si te estás preguntando la forma en la que los comerciales consiguen que piques, el truco está en cómo se presenta el asunto. Cualquier vendedor insistirá en que vas a poder devolver tus compras en cómodas cuotas de, por ejemplo, 50 euros al mes.
Podrás devolver el dinero en cómodas cuotas de unos 50€ al mes.
Argumento de venta de un comercial de tarjetas revolving.
Lo que te ocultan
Lo que no te dicen es que los intereses pueden hacer crecer la deuda de tal forma que, aunque pagues cada mes, la deuda no deje de crecer hasta alcanzar cifras estratosféricas.
El sistema de una tarjeta revolving es el de promover el consumo irresponsable, ocultar tipos de interés que rozan la usura y crear deudas que se estén pagando durante años. Por suerte, en Sello Legal podemos echarte una mano si tienes problemas con el sistema revolving, así que no dudes en contactar con nosotros.