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Problemas más frecuentes en las herencias y sus posibles soluciones

Problemas de herencias y posibles soluciones

Aunque cada familia y herencia son diferentes, los problemas suelen repetirse. Hay determinados escollos o decisiones que siempre traen consigo algún inconveniente o disputas entre los herederos. Por nuestra experiencia como abogados de herencias, podemos enumerar los siguientes como los 4 problemas más comunes al heredar (y planteamos soluciones para tratar de evitarlos):

Los repartos en vida

La entrega de uno o varios bienes en vida a un heredero puede hacer que más adelante surjan discusiones sobre si son colacionables o no (es decir, si se tienen que compensar al repartir la herencia). Para que quede constancia de lo que se ha repartido previamente y, por lo menos en eso, no haya enfrentamiento, lo ideal es dejarlo plasmado en escritura pública.

Las deudas ocultas

Siempre decimos que quien hereda un bien también hereda una responsabilidad. En caso de duda, o si se tiene la certeza de que detrás de una herencia hay deudas, lo mejor es aceptarla a beneficio de inventario, para así proteger el patrimonio propio.

Los impuestos

Aunque los impuestos están bonificados en algunas comunidades autónomas, en otras pueden llegar a ser un verdadero dolor de cabeza. El primero que se nos viene a la mente es el impuesto de sucesiones, pero este puede no ser el más problemático.

La plusvalía municipal, sobre todo en las ciudades más grandes, puede alcanzar importantes cuantías, lo que quizá lleve al heredero de un bien inmueble a un callejón sin salida: la venta ayudaría a cubrir el tributo, pero vender un inmueble sin liquidar antes los impuestos y poder inscribirlo correctamente en el Registro de la Propiedad es realmente complicado. 

En estos casos, comprobar si el fallecido tenía un seguro de decesos, pedir un préstamo o cobrar unas arras al comprador interesado son algunas posibles salidas.

El usufructo 

El usufructo es el derecho de un heredero (normalmente, del cónyuge viudo) a usar un bien sin tener derecho a su propiedad, con la obligación de conservarlo en las mejores condiciones. Desde nuestro punto de vista, dejar un bien en usufructo no es buena idea por dos motivos:

  • Los nudos propietarios del inmueble se ven obligados a consultar siempre cualquier decisión sobre la administración o la disposición del bien (ante una venta o un alquiler, por ejemplo).
  • Quien ostenta el usufructo está obligado a declararlo en el IRPF y, por su parte, el resto de herederos tendrán que volver a declararlo cuando el viudo o la viuda fallezca. De este modo, la factura fiscal se incrementa.

Por eso, si es posible siempre recomendamos evitar el usufructo y proveer al cónyuge de la herencia que le corresponde de otra forma, como podría ser con la adjudicación en plena propiedad o con una cantidad económica equivalente.

En cualquier caso, para reducir al máximo la probabilidad de que aparezca cualquiera de estos problemas, desde Sello Legal siempre recomendamos dejarlo todo bien atado en el testamento. Y lo mejor es redactarlo pensando en las condiciones futuras, no en el presente, y cambiarlo cuantas veces sea necesario y siempre que se modifiquen en vida esas condiciones de los herederos o del testador.

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