En este artículo vamos a contarte qué estrategias comerciales suelen emplear las empresas que comercializan tarjetas revolving para convencer a sus clientes de la idoneidad de contratar este tipo de tarjeta de crédito.
En general, emplean una serie de técnicas que ya son conocidas y que llevan años aplicando, pero que igualmente les siguen generando buenos resultados. ¿Por qué? Normalmente, por el desconocimiento de los usuarios y su vulnerable situación económica.
- Tarjetas revolving como método de bonificación de la hipoteca
- Tarjetas revolving que llegan por correo postal
- Tarjetas revolving para financiar compras en cadenas de supermercados y más negocios
- Tarjetas revolving a cambio de descuentos en establecimientos
- Tarjetas revolving que te ofrece tu propio banco
- Tarjetas revolving encubiertas
Tarjetas revolving como método de bonificación de la hipoteca
Todas las hipotecas suelen tener dos modalidades: bonificada y sin bonificar. La diferencia entre ambas es que la primera, la bonificada, ofrece rebajas en el tipo de interés a cambio de contratar ciertos servicios (como un seguro de hogar) o domiciliar la nómina. Pues bien, en algunos casos, la contratación de una tarjeta revolving es un incentivo más para reducir el diferencial hipotecario.
Tarjetas revolving que llegan por correo postal
Esta es una de las prácticas menos transparentes y que más animamos a denunciar desde Sello Legal: la de enviar por correo la tarjeta, junto con una explicación de sus teóricas bondades, animando al usuario a utilizarla. Si lo hace, la empresa asume que el cliente ha aceptado todas las condiciones, algo que va totalmente en contra de lo que establece la Ley de Crédito al Consumo.
Tarjetas revolving para financiar compras en cadenas de supermercados y más negocios
Si nos centramos en los supermercados, las tarjetas revolving de Carrefour y de Alcampo, Carrefour Pass y Alcampo Oney, son dos de las más vendidas. De hecho, sus comerciales se encuentran estratégicamente colocados (en la entrada y en el área de electrodomésticos de las tiendas, la mayoría de las veces) para que los clientes caigan fácilmente en la tentación de contratarlas. Lo hacen a cambio de algunas facilidades de financiación en sus grandes compras que, en realidad, esconden altísimos intereses muy difíciles de asumir para ellos.
Aparte de los supermercados, hay otros negocios que frecuentemente recurren a esta técnica, como las agencias de viajes.
Tarjetas revolving a cambio de descuentos en establecimientos
Esta es una técnica que tiene un ejemplo muy paradigmático: el de las gasolineras. Con el suculento gancho del descuento al repostar, consiguen que los clientes contraten sin saberlo una tarjeta revolving que, además de no ofrecer descuentos en el resto de las compras, les obliga a hacer frente a altos intereses cada vez que las utilizan.
Una muestra más de cómo, por obtener una pequeña ventaja, se asume un perjuicio económico mucho mayor.
Tarjetas revolving que te ofrece tu propio banco
Probablemente puedas comprobar tú mismo cómo tu banco, una vez que accedes a tu cuenta en Internet, te ofrece un atractivo crédito. Si aceptas, dispondrás de ese dinero en tu cuenta y podrás gastarlo en lo que quieras. Pero ten cuidado: es posible que hacerlo implique activar la peligrosa modalidad revolving.
Tarjetas revolving encubiertas
Finalmente, están las tarjetas que permiten varias modalidades de pago. Las más comunes son las que pueden funcionar como tarjetas de crédito cuya deuda completa se salda al final del mes sin cobrar ningún interés. No obstante, no es extraño que en algunos casos sí se cobren intereses y estemos entonces ante una modalidad de tarjeta revolving encubierta.
Desde Sello Legal te animamos a ser cauto y a prestar mucha atención si te encuentras en alguna de estas situaciones.