Un delito tecnológico es aquel que se lleva a cabo por medio de la tecnología y que atenta contra los derechos relacionados con las TIC (Tecnologías de la Información o las Telecomunicaciones). Aquí se engloban tanto los delitos tradicionales que usan las nuevas tecnologías como los nuevos delitos que han surgido de la mano de Internet. En cualquier caso, nuestros abogados de delitos tecnológicos saben cómo actuar y cómo denunciar en estos casos.
El auge de los delitos tecnológicos
Durante la pandemia de la COVID-19, los delitos tecnológicos se han multiplicado. Más gente conectada durante más tiempo a Internet, el teletrabajo, las videoconferencias, las compras online… Todo ello ha promovido ese incremento de los delitos delitos tecnológicos.
Esta clase de delitos suelen producirse a través de las redes sociales y las páginas web no seguras. Según datos del INE, más de un 17 % de las empresas han sufrido incidentes de ciberseguridad en el último año.
Nuestros abogados de delitos tecnológicos destacan, sobre todo:
- Bloqueos que impiden el uso de las tecnologías de la información.
- Revelación de información confidencial.
- Destrucción de datos informáticos.
Para frenar este tipo de acciones, las empresas están reforzando sus protocolos de seguridad. Hoy, casi el 80 % los aplica. Y también en cuanto a la legislación la tendencia es dar prioridad a la seguridad en la red. Recientemente se ha elaborado una Directiva de la Unión Europea con medidas para garantizar el mismo nivel de seguridad en todos los países: la Directiva NIS.
Los principales delitos tecnológicos
A nivel particular, la mayoría de los delitos tecnológicos se refieren a robos mediante el uso fraudulento de las tarjetas de crédito o de débito. También existen redirecciones a webs falsas que intentan hacerse con los datos personales de los usuarios. Este robo de la identidad se llama phishing.
Entre los principales delitos corporativos se encuentra el sabotaje informático. Busca robar o destruir el centro de datos o los programas informáticos, tan de moda en el ámbito político. Se conoce como hacking.
Por su parte, la piratería informática consiste en una violación de los derechos de autor. Puede centrarse en el uso no permitido de los recursos informáticos de la empresa. O bien en utilizar copias o accesos ilegales de películas, música, transmisiones de televisión de pago, etc.
También existen los pequeños delitos internos en las empresas, difíciles de detectar, pero que pueden dañar seriamente su economía.
En España, todos estos delitos tecnológicos se sancionan mediante el Código Penal, con las mismas penas que sus delitos equivalentes no informáticos. Así, por ejemplo, se castiga igual la intromisión en el correo electrónico que en el correo postal.
Consejos para prevenir y denunciar estos casos
Especialmente, nuestro equipo de abogados recomienda:
- Actualizar de forma regular el sistema operativo y el navegador.
- Gestionar correctamente las contraseñas.
- Verificar con frecuencia las cuentas bancarias.
- Utilizar antivirus de calidad.
- Desconfiar de los mensajes extraños que incluyan enlaces externos.
Es fundamental, también, la denuncia de los delitos tecnológicos, pues es la forma más eficaz de combatirlos. Esto exige acudir a la policía o al juzgado y comenzar un procedimiento judicial. Algo que también puede hacerse online y de manera anónima, a través de un formulario específico que proporciona la Guardia Civil.
En resumen: el mejor antivirus es usar el sentido común. Pero, si ya es tarde y necesitas ayuda, recuerda que puedes contar con Sello Legal.