Muchas personas se enfrentan a las fiestas navideñas sin demasiado presupuesto para invertir en planes en familia o regalos para sus seres más queridos. Por eso, el Black Friday se presenta como el momento perfecto para aprovechar los máximos descuentos, y las tarjetas revolving se convierten en la vía más fácil y rápida de conseguir liquidez, pero no siempre es esta última la elección más acertada. De hecho, son numerosos los clientes que hasta ahora han acudido a nosotros para que les ayudemos a presentar una reclamación, después de percatarse de que habían caído en una trampa financiera.
Hoy, queremos hablarte de lo arriesgado que es, en concreto, recurrir a las tarjetas revolving para sufragar los gastos propios de esta época del año. Y también queremos darte algunas pautas para que, si decides usar una próximamente, puedas evitar sobreendeudarte.
¿Qué tener en cuenta antes de contratar una tarjeta revolving en el Black Friday?
Los descuentos propios del Black Friday oscilan entre el 20 y el 60%, un gran reclamo que puede abrir la puerta a compras impulsivas que se realizan sin una adecuada previsión del presupuesto. A realizar esas compras masivas contribuyen, sin duda, las supuestas facilidades de las tarjetas revolving, que permiten hacer frente a los gastos simplemente pagando unas pequeñísimas y atractivas cuotas fijas mensuales.
Ahora bien, a estas alturas seguro que sabes que no es oro todo lo que reluce y que hay ciertas cuestiones que siempre se deben tener presentes a la hora de hacer compras con una tarjeta revolving. Aquí van nuestros consejos:
Evalúa los intereses
Tener acceso a productos o servicios de otro modo inaccesibles puede resultar muy tentador, pero no olvides que no hay nada gratis. A cambio, con un crédito revolving tendrás que pagar por ello alrededor de un 20% de intereses. ¡Nada más y nada menos que una quinta parte de lo que te has gastado!
Busca y analiza alternativas
No pretendemos que dejes de buscar financiación para estas compras tan importantes del año. Al contrario: te animamos a analizar otras opciones, como la financiación sin intereses que ofrecen algunos comercios o los créditos personales, que cuentan intereses notablemente inferiores.
Examina a fondo las condiciones
Es muy común que las entidades sean poco transparentes a la hora de detallar las condiciones de una tarjeta revolving. Insiste hasta conocerlas todas y comprenderlas bien y no firmes mientras tengas la más mínima duda.
Planifica la devolución del crédito
¿Te encaja la idea de contratar una tarjeta revolving por la cuota mínima que te ofrece la entidad? Te recomendamos tratar de incrementarla, ya que cuanto más baja sea la cantidad que pagues al mes más intereses se te aplicarán y más tardarás en saldar tu deuda.
Ajusta los plazos
Exactamente lo mismo ocurre con la financiación a largo plazo, que lleva aparejada unos intereses más altos que si la devolución del dinero prestado se realiza cuanto antes. Como mucho, márcate un límite temporal máximo de 6 meses.
Plantéate la opción de reclamar
Finalmente, si te encuentras en un callejón sin salida y con una deuda imposible de pagar, valora la posibilidad de reclamar. Esto es lo único que pueden hacer quienes por desconocimiento o exceso de confianza no han seguido los consejos anteriores y ahora tienen un problema que no pueden solucionar.
En Sello Legal estamos a tu disposición tanto para asesorarte antes de la contratación como para acompañarte en el proceso de reclamación de tu tarjeta revolving.